La concertista de piano cordobesa falleció a los 70 años. Ciega desde pequeña, paseó su talento por una innumerable cantidad de géneros. Compartimos un material de Carlos Bobeda y Diego Piantoni.

«Elvira» data de 2008. Es un homenaje en vida, altamente valioso.

Carlos Bobeda y Diego Piantoni condujeron un documental de más de 45 minutos dedicado a Elvira Ceballos.

La concertista de piano oriunda de La Falda falleció a principios de este septiembre, a los 70 años.

Allí se la ve, viva, valorando «las tardecitas chiquitas», unos minutos. Ese rato «en el que la tarde que no quiere irse, tiene mitad luz y mitad sombra, son también un poco noche».

La artista, amante de ese recorte horario, reconoce allí que «ese horario no podía quedarse sin música», y así fueron surgiendo ‘Tardecita 1, tardecita 2, y así’.

Ciega desde pequeña, fue una de sus hermanas la que se percató que no respondía a los estímulos.

Para que pudiera estudiar y desarrollarse es que su familia resolvió, en la segunda parte de la década de 1950, trasladarse a la ciudad de Córdoba.

Dando clases hasta sus últimos días, padeció una larga enfermedad degenerativa, que afectó directamente sus huesos y la tuvo en silla de rueda sus últimos años.