“A los autores hay que conocerlos, inútil es saber su nombre” – Gustave Flaubert

Siempre me intrigó ver la pestaña Quienes Somos en las páginas web o en las publicaciones en papel, tal vez bajo la ilusión de que allí iba a encontrar algo más que datos filiatorios y buenas intenciones. Nombres, apellidos, direcciones y funciones.

Supongo que en el mejor de los casos, no tenemos la menor idea de quiénes somos, adonde vamos o de dónde venimos, pero podemos definirnos por lo que hacemos, por la voluntad ejecutiva de todos nuestros actos que proyectan una sombra de lo que creemos ser.

Hace muchos años, cuando los ‘90 ya eran un abismo oscuro, estábamos intentado hacer un programa de radio en Carlos Paz, en Radio del Lago, en la frecuencia modulada 104.5 del dial. Debía ser un magazine matinal crítico, periodístico y divertido. Terminó siendo solo lo último: divertido, muy divertido pero sólo para nosotros, los que trabajábamos ahí. El resto de la humanidad nunca se enteró.

Una mañana de enero estival teníamos pautada una entrevista con un funcionario de poca monta del área de turismo, para que diga que la temporada era un éxito -con datos incomprobables y frases de autoayuda para turistas santafecinos-.

Con la parsimonia del desganado, lo hicimos pasar al estudio, le indicamos donde sentarse, le pusimos los auriculares, miramos al control para que corten la tanda y venir al piso. Le explicamos al buen señor que cuando se encienda la luz roja estaríamos en el aire. El funcionario se quedó hipnotizado viendo la luciérnaga del éter. Era un ser bajo, correcto y gentil. Llevaba camisa, saco y corbata, pantalón de vestir gris planchado con raya al medio y una birome engarzada al bolsillo del saco, a la altura del corazón.

Cuando avisan por el talk back que en segundos vamos al aire, el señor empieza a acomodarse el cuello de la camisa, alisa la corbata sobre su vientre, se quita los anteojos y con sus manos se acomoda el pelo de izquierda a derecha y de atrás para adelante.  El operador que era un joven filoso, lo observa con sigilo y le dice: master, no te peines… que es radio.

Desde ese instante abracé la frase como un mantra.

No te peines que es radio.

Somos los que estamos y los que quieran estar.

Un agujero negro en el Internet de las cosas.

Acá se lee sobre libros, sobre películas, sobre series, sobre comida… mucho sobre comidas, platos ricos, lugares sabrosos, amigos que cocinan bien y atienden mejor.

Comentamos algunos discos sin fecha de vencimiento, música del alma y sonidos nuevos.

Este buen comienzo huele a rosas de Eugenia Almeida, Roger Koza, Juan Cruz Taborda, Jorge Kasparián, y el aporte invaluable de Aníbal Abt, solo por mencionar a los que asoman desde el aquelarre. Medalla de honor en el podio para Lunestudio, sin ellos nada sería posible. Todos ellos son de los que hacen que las cosas sucedan. Son los imprescindibles de siempre. Gracias totales.

También alojamos podcast con historias, entrevistas y algunos pasajes de todo lo que hacemos en Mirá Quién Habla todas las mañanas en la 102.3 Más que música.

Las vueltas de una vida sin vueltas me pusieron frente a la generosidad inconmensurable de Felipe Pigna y Darío Sztajnszrajber que nos permiten compartir sendos ciclos que alguna vez hicieron para Radios Universitarias.

Uno es Demasiado Humano y el otro Escuchá esta historia. Ambos están disponibles una vez por semana.

En nuestro algoritmo emocional juega Mi vecina la asesina, que todos los sábados se podrá leer y escuchar.

En notepeines.com.ar los nómades digitales tienen una fuente para abrevar algunos sorbos de distracción mientras vamos escribiendo la bitácora del olvido.

No es un sitio para que se queden sino para que se lleven algo. Una película, una serie, un libro, una nota, un lugar para comer, algo que alivie un poco más.

Si saben quiénes somos, la estafa ha sido un éxito.

Y si -como nosotros- aún no lo saben, buscaremos juntos los restos del naufragio en un barco a la deriva.

Bienvenidos a bordo.

César Barraco Mármol