Para Leer
Eugenia Almeida reseña «Amarillo sobre amarillo»
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Eugenia Almeida reseña «Amarillo sobre amarillo»

Estrellas fugaces.

Apenas una luz que atraviesa el cielo. Apenas un movimiento, mínimo y definitivo. Fugaz.

Quizás la vida se trate de eso. De los encuentros y las despedidas.

De la mirada atenta y sensible sobre las cosas.

Quizás sea todo lo que tengamos.

No es poco.

A veces los libros saben nombrar eso: el secreto que había en nuestras vidas. Los momentos en que se iluminan o se oscurecen. Los instantes que nos transforman, porque alguien rozó la órbita en la que vivimos y cambió nuestra trayectoria. Planetas errantes que flotan perteneciendo a algo a lo que no pertenecen. Una paradoja, sí. Pero también una realidad.

“Amarillo sobre amarillo”, de Pablo Natale, es uno de esos libros.

Un amor que se recuerda como una constante y como algo perdido. Dos vidas que transcurren con la mansedumbre y los altibajos de todas las vidas. El desencuentro que crece, como posibilidad, en cada encuentro. Programas de televisión que recomiendan no tener miedo. La muerte que se anuncia en la voz de un niño. Periplos errantes en un auto a toda velocidad. Un perro y una oveja agonizando.

Un chico de trece años que casi se ahoga en un río; alguien que después va a salvarse del servicio militar; alguien que va a convertirse en un taxista que cruza las calles cargando un tumor en el páncreas.

Dos mujeres que mantienen largas conversaciones telefónicas. Una chica canadiense que siente que sólo tiene el presente. Una bibliotecaria que, si fuera a morir, como último gesto “destruiría lo máximo posible en el menor tiempo”. Alguien que tropieza en un programa de talentos.Un tenista que cree que el final de su carrera puede revertirse si logra encontrar al taxista con el que alguna vez hizo un viaje. Dos seminaristas que fuman sentados en el techo de un edificio. Una mujer que no quiere morir sin sentir “algo importante”, sin lograr que la vida deje de ser “un dibujo amarillo sobre fondo amarillo”. Un oficinista al que le gusta imaginar fotografías.

Ciertas soledades irreductibles, ciertos refucilos de cercanía.

Gente que se encuentra sin buscarse, que se busca sin encontrarse, que cree ver en el otro la cifra del propio destino. Personajes presentados con una mirada conmovedora, sin pulsar ni una de las cuerdas de la emoción dirigida. Natale solo muestra. Muestra sin abrir juicios, sin proponer categorías, mira con los ojos de quien se sabe testigo de pequeñas y cotidianas maravillas.

El efecto que tenemos unos sobre otros marca nuestras vidas. Esa es la canción que suena en estas historias. Seis cuentos, seis postales, seis artefactos que operan sobre nuestra propia sensibilidad. Eso es “Amarillo sobre amarillo”. No se lo pierdan.

Por: Eugenia Almeida